1.- El LAÍSMO es la
utilización del pronombre 'la' o 'las' en lugar de 'le' o 'les' cuando hacen
referencia a un complemento indirecto. Es un error muy común en Madrid y en
el centro peninsular.
“A María la gusta el
helado”.
2.- El LEÍSMO, sin embargo, es la utilización
de 'le' o 'les' en función de complemento indirecto, en lugar de 'lo', 'la' y
sus formas plurales. Es el fallo más común de los tres, tanto que la RAE lo
acepta, en el caso de masculino singular.
“Fui a verle
al hospital”.
Hay zonas en las que
le se emplea también como complemento directo cuando se refiere a personas del
sexo masculino y en singular. En este caso específico se admite el leísmo,
aunque se recomienda el empleo de lo. De este modo, resultan admisibles
·
«Le alabaron mucho (a él)» y
·
«Le vi por la calle (a él)»,
pero se desaconsejan
·
«Les alabaron mucho (a ellos)», pues no está en
singular, y
·
«Le consideraba una mujer decidida», pues se
refiere a una mujer.
El leísmo no se
considera apropiado referido a animales y cosas, de modo que
·
«Se le desbocó el caballo y no pudo dominarle»
debería ser «Se
le desbocó el caballo y no pudo dominarlo» y
·
«Se le perdió el reloj y no le encontró» debería
ser «Se le
perdió el reloj y no lo encontró».
Tampoco lo es
referido a nombres femeninos, ya sean de personas, animales o cosas:
«Comunicó a la diputada que no podía recibirle»
debería ser «Comunicó
a la diputada que no podía recibirla» y
«Se le perdió la cartera y no le encontró» debería
ser «Se le
perdió la cartera y no la encontró».
3.- LOÍSMO.
Dentro de estos tres errores, el loísmo es el menos común y se basa en la utilización del pronombre
'lo' y 'los', en lugar de 'le' y 'les', cuando se refiere a complemento
indirecto.
“Los prendieron fuego (a los
papeles)”
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