lunes, 4 de mayo de 2020

ÍÑIGO ARISTA



Íñigo Arista (Íñigo Íñiguez ​)  (m. 851) fue el fundador de la dinastía Arista-Íñiga, y conde de Bigorra. Aunque tradicionalmente ha sido considerado el primer rey de Pamplona, hoy muchos historiadores prefieren hablar de «reino en estado latente» para el territorio y sus pobladores que Arista y sus descendientes García Íñiguez y Fortún Garcés acaudillaron entre 824 y 905. ​ Así pues, según esta interpretación estos tres miembros de la dinastía Íñiga fueron más bien caudillos, y no reyes.

En cualquier caso, Arista obtuvo el liderazgo con el apoyo de sus parientes, los Banu Qasi, e hizo frente a una expedición franca a la que derrotó en la segunda batalla de Roncesvalles.
Íñigo Arista fue hijo de Íñigo Jiménez y Oneca. Su madre se casó con Musa ibn Fortún tras la muerte de su padre y, por este matrimonio, fue medio hermano de Musa ibn Musa.

En el año 799, el gobernador de Pamplona, Mutarrif ibn Musa, miembro de la dinastía Banu Qasi, fue asesinado en una revuelta ciudadana que puso en el poder a un miembro de la familia Velasco. En el año 806, tanto navarros como pamploneses se sometieron a la autoridad carolingia.​ Ludovico Pío envió una expedición en el año 812 contra Pamplona.

Íñigo Arista llegó al caudillaje pamplonés con el apoyo de la familia Banu Qasi, en fecha indeterminada entre los años 810 y 820. Fue proclamado sobre la peña Oroel, en Jaca, por trescientos caballeros.​ Según Eulogio de Córdoba, se tituló christicolae princeps. El parentesco con los Banu Qasi permitió que Íñigo controlara la región comprendida entre Pamplona y los valles pirenaicos de Irati y Hecho.

En el año 824, Ludovico Pío envió una segunda expedición contra Pamplona encabezada por los condes Eblo y Aznar Galíndez para tratar de restablecer el control franco. Los condes fueron derrotados en la segunda batalla de Roncesvalles por Íñigo Arista, quien recibió el apoyo de su pariente Musa ibn Musa y García el Malo. Mientras que Aznar, quizá en virtud de su parentesco con Íñigo, fue puesto en libertad, Eblo fue enviado como prisionero a Córdoba.​

En el año 841 fue víctima de una enfermedad que lo dejó paralítico. Su hijo, García Íñiguez, se ocupó de la regencia hasta la muerte de Íñigo en el año 851.​ Durante la regencia de su hijo, el (futuro) reino de Pamplona colaboró con los Banu Qasi en la sublevación del año 843 contra el califato omeya, sofocada por Abderramán II, que implicó represalias andalusíes en tierras pamplonesas.

Íñigo Arista fue padre de, al menos, cuatro hijos e hijas, uno de los cuales, García Iñíguez, le sucedería en el trono.


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