A principios del
siglo IX Vasconia y Aquitania se encontraban sometidas al franco Carlomagno
que en el año 800 había sido coronado emperador de occidente. Sin embargo, las
revueltas contra el dominio carolingio eran constantes en Vasconia, que en
aquella época se extendía al norte desde el río Garona, por toda Gascuña (gran
parte del sudoeste francés), y al otro lado de los Pirineos desde Cantabria,
por toda la zona pirenaica, hasta Andorra.
Tres familias de
caudillos vascones dominaban la mitad norte de Navarra y noroeste de Aragón, el
resto de Navarra pertenecía a la marca superior andalusí y era gobernada por
los Banu Qasi. Los Enekoiztarrak (Íñigos)
era la familia más poderosa, y dominaban
en Pamplona y su entorno, los Xemenoiztarrak (Jimenos) en la parte
centro-oriental de Navarra (Sangüesa, Leire…), en el noreste de Navarra y
noroeste de Aragón dominaba Gartzea Garindoitz (García Galíndez) más conocido
en historia como Gartzea Gaiztoa (García el Malo).
La unión de Íñigos, Jimenos y García el Malo, con la
colaboración de los Banu Qasi del sur de Navarra, acarreó que en el año 824 Eneko Enekoitz, conocido en
castellano como Íñigo Íñiguez, que
recibió el apodo romance de Arista por su temple guerrero, en alusión a lo
rápido que prende el fuego en las aristas de trigo, fuese primer señor y rey de Pamplona. Dando lugar a la primera dinastía navarra, la dinastía de
los Enekoiztarrak, o dicho en romance:
dinastía Arista o Íñiga.
Su padre fue Eneko Xemenoitz ( en español Íñigo Jiménez),
oriundo de Bigorra (Bigorre, tierras que se encuentran en la vertiente opuesta
a los Pirineos aragoneses, en Gascuña, en aquella época de habla vasca). Su madre, Oneka, era pamplonesa, tuvo al menos tres hijos, dos con Íñigo
Jiménez ( Eneko [Íñigo] y Orti [Fortún] ), y después de fallecer éste, contrajo matrimonio con el Banu-Qasi Musa
ben Fortún con el que tuvo un hijo (Musa ben Musa).
Hijos de una misma
madre fueron por tanto Íñigo Arista y Musa ben Musa, el célebre caudillo
Banu-Qasi. Esta colaboración, y la situación geográfica en el extremo sur del
Pirineo, en la que la dominación franca era débil, influyó en el nacimiento y
consolidación del Reino de Pamplona.
En
los textos francos se comenzará a utilizar la palabra navarro, siglos antes
de que los navarros la utilicen oficialmente (hasta el siglo XII el reino no
fue llamado oficialmente Reino de Navarra), para designar a los vascones independientes del poder franco;
utilizando la palabra vascón, únicamente, para designar a los vascones bajo
poder franco.
La palabra latina
vascón, paulatinamente, caerá en desuso y será relevada por la palabra gascón;
mientras que la palabra navarro será
utilizada en adelante para designar a las gentes de cultura vasca. Todavía
en el siglo XVIII en los territorios de la corona de Aragón se utilizaba las
palabras navarro/navarrès para designar a todo aquel de cultura vasca fuera o
no navarro.
Si bien en los
orígenes del Reino de Pamplona los Íñigos fueron los más poderosos,
históricamente la dinastía navarra más importante sería la de los Jimenos, que
dominaban inicialmente sólo en la zona centro-oriental de Navarra.
(De Kondaira.net)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.