El arte romano es heredado directamente del griego, pero con algunas variantes adecuadas al particular carácter del pueblo romano. Más pragmáticos que los griegos, los romanos serán conocidos no sólo por sus templos y monumentos, sino sobre todo por sus obras de ingeniería. En efecto, los romanos se caracterizaron por ser magníficos ingenieros, como demuestran los acueductos (el más conocido, el de Segovia), sus puentes, que aun hoy, veinte siglos más tarde se siguen utilizando, incluso por tráfico rodado; sus cloacas, catacumbas, sus edificios públicos, como las termas o baños públicos y sus circos, teatros y anfiteatros, de los que han quedado buenos ejemplos como el teatro de Mérida, o el anfiteatro Flvio, conocido popularmente como el Coliseo.
En artes plásticas,
escultura y pintura, serán continuadores del arte griego, aunque en la
primera se caracterizarán por un alejamiento del idealismo griego y una
búsqueda del realismo en el retrato. La pintura es bien conocida
"gracias" sobre todo a un desastre natural, la erupción del volcán
Vesubio, que sepultó las ciudades de Pompeya y Herculano, permitiendo la
conservación de las pinturas murales de las viviendas.
Pero si hay un arte
plástica característica romana será el mosaico. De origen griego, serán los
romanos quienes desarrollarán todas las posibilidades de esta técnica, siendo
auténticos maestros en la representación de escenas y retratos jugando con las
distintas calidades y colores de las teselas.
ARQUITECTURA
Los materiales serán más baratos y sólidos: el ladrillo, el hormigón, el sillar cuando hace falta, etc., usando el mármol o la piedra en los revestimientos exteriores.
El hormigón o mortero lo fabricaban con cantos rodados o
grava y usando la cal como base de
unión, dando como resultado un material fuerte y barato.
En arcos sólo
emplearán el de medio punto y, en cuanto
a techumbres, siguen usando la adintelada,
pero también la bóveda de cañón, la de arista y la cúpula semiesférica o
de media naranja.
En cuanto a los soportes, los romanos utilizarán los tres órdenes
arquitectónicos de los griegos ,
pero más libremente, alargando sus proporciones, superponiendo y
combinando diferentes órdenes en las plantas de un mismo edificio, etc.
Además ellos usarán dos órdenes que son propiamente suyos: el orden toscano
, de origen etrusco, como una derivación más simplificada del dórico, y el compuesto, que combina el orden
corintio con las volutas jónicas.
El urbanismo romano estará basado en la planta hipodámica,
llamada así por el arquitecto griego Hipódamo. El modelo, por tanto, es tomado de la ciudad helenística
alejandrina: un recinto de planta
rectangular o cuadrada, con dos arterias principales que la cruzan formando una cruz , de Norte a
Sur el cardus, y el decumanus de Este a Oeste. En la intersección de ambas se
sitúa el foro, o plaza mayor, con funciones políticas y económicas,
semejante al Ágora griega.. De estas dos
calles principales nacen otras calles secundarias paralelas y perpendiculares
en que van articulando la ciudad
conformando una cuadrícula. El pomoerium era la línea sagrada que rodea a
la ciudad, la cual, según las
necesidades defensivas, podía ser una muralla; tras el pomoerium estaban las necrópolis, siempre extramuros.
El más emblemático es el Foro romano de Trajano
Es una síntesis del
griego y del etrusco, casi siempre pseudoperíptero (con columnas alrededor
de tres o los cuatro lados del templo. Se
diferencia del griego porque está elevado sobre un pódium al cual se accedía
sólo por una escalinata situada en la fachada principal, frente al templo griego que se podía realizar por los
cuatro lados del templo. Uno de los ejemplos mejor que mejor ha llegado
hasta nuestros días es la Maison Carrée,
en Nîmes (Francia), del siglo I a.C., de orden corintio.
El mejor ejemplo de templo circular y el más imponente es el Panteón, templo con cúpula de media naranja en cuyo centro se abría una claraboya u óculo, por el que entra la luz del sol, y que estaba dedicado a todos los dioses romanos. Fue construido en la época de Augusto y aún perdura en nuestros días. Es considerado el edificio más perfecto de entre todas las construcciones romanas.
Arquitectura civil
Destaca la basílica, mencionada antes, donde se
desarrollaban procesos judiciales y
dedicadas asimismo a actividades comerciales. Su estructura, con la división de
la planta en una nave central y otras laterales, y la elevación de bóvedas de
cañón sobre cada una de las naves, será copiada por las primeras iglesias
cristianas edificadas tras el edicto de Milán, a partir del s.IV d.C. La
basílica de Magencio es la mejor conservada.
Las termas
En época imperial constituían grandes complejos dotados de
bibliotecas, habitaciones para masajes, gimnasios, jardines, tiendas, etc; los baños
estaban divididos en tres tipos : los
de agua fría o frigidarium, agua
templada o tepidarium y agua caliente o caldaria, con un sistema de
calefacción de "suelo radiante" ( hornos situados bajo el suelo de la
sala). Como ejemplo quedan las termas de
Caracalla, en la que aún se pueden apreciar las bóvedas de cañón.
Teatros, anfiteatros
y circos
Los teatros los toman
directamente de los griegos, pero con variantes e innovaciones. Por ejemplo, en
muchas ocasiones, en lugar de aprovechar el desnivel del terreno para las
gradas (cavea), las construyen sobre galería abovedadas. El teatro romano
tiene fachada exterior con estructura
mixta , adintelación más arco y bóveda y con los tres órdenes en superposición
de pisos.
Entre la cavea y la escena estaba la orquesta que servía
para instalar a los altos personajes, y no como lugar del coro, que se traslada
a un lateral de la escena llamado tribuna. El Teatro de Mérida fue construido hacia el año 16-15 a. C y donado
por Marco Agripa (yerno del emperador Augusto).
El circo es el edificio más grande de todos. Con raíz en el estadio griego, se destinaba a las carreras de cuadrigas y otros ejercicios atléticos. Su planta es rectangular alargada y los graderíos están en los dos lados largos y en uno de los cortos que acaba en curva. El otro lado corto es recto y en él se sitúan las cárceres o cuadras de salida para los carros. La pista de arena está dividida longitudinalmente por la espina, que era ornamentada con esculturas, obeliscos y el podium. En los extremos de la espina es donde se situaban la meta y la salida. Los vencedores salían por la Porta Triunfalis situada en el lado corto curvo. El más importante fue el Circo Maximo de Roma.
Monumentos triunfales
y conmemorativos
Otro monumento conmemorativo eran las columnas, la mejor conservada es la de Trajano, donde se narra en una banda helicoidal continua de bajorrelieves la conquista de la Dacia por el ejército romano.
ESCULTURA
Al contrario que los griegos, más preocupados por
representar el canon o ideal de belleza
humano, los romanos, llevados por su carácter más pragmático que
idealista, buscan un mayor realismo,
aunque para determinadas esculturas, como las dedicadas a los dioses o a los
emperadores, surge una cierta idealización, suavizando los rasgos.
Esta influencia griega superó a la herencia etrusca, con un
gusto más arcaico y orientalizante, sumándose al propio carácter y tradiciones
romanas.
De esta suma surge el
retrato romano, que buscará un mayor realismo e individualización frente a la
idealización griega. El origen del gusto por el retrato puede rastrearse en
las Imagines Maiores, máscaras de cera que se realizaban de los difuntos (los
Manes, los espíritus de los antepasados, quienes eran venerados como protectores de las casas y las
familias).
De ahí que muchos retratos representen rostros en edades
maduras y avanzadas, reproduciendo arrugas y expresiones severas, pues se
realizaban directamente a partir la máscara de cera del difunto.
Uno de los retratos republicanos más tempranos es el de Lucius Junius Brutus, el Libertador que en el año 509 expulsó al último rey etrusco de Roma. Está fechada en el siglo IV a.C. La técnica de fundición es etrusca pero el tratamiento del rostro del personaje es sin duda romano. Los ojos son de pasta vítrea, que acentúa la profundidad de su mirada, su expresión es seria pero serena.
En el Imperio, a partir de Augusto, se impone la moda griega, sobre todo para las clases altas, surge una cierta idealización, sobre todo cuando se trata de representar a los emperadores, evitándose los defectos que puedan afear los rostros, pues aparece el culto al emperador, y esto se debe reflejar en el mármol ; el cónsul era un hombre, pero el Cesar se acercaba a Dios. Aparecen retratos de cuerpo entero, con el emperador representado con toga como autoridad religiosa o Pontifex Maximus, o como Imperator en armadura de general, como en el retrato de Augusto de Prima Porta .
En la época de los antoninos el retrato se recarga. La barba y la cabellera se rizan constantemente. Aparece una mayor idealización para una mayor dignificación, surgiendo el retrato ecuestre, siendo el más conocido el del emperador filósofo Marco Aurelio, realizado en bronce y situada en la plaza del capitolio de Roma, escultura que va a tener mucha importancia en el renacimiento italiano.
Hay que mencionar
también los retratos femeninos, de las damas de la aristocracia y las
clases altas, en los que se puede contemplar las distintas modas a través de
sus peinados, desde la sencillez de la época de Augusto a los complicados
peinados de la época de los Flavios y la vuelta a la sencillez en tiempos de
Trajano. Ejemplos importantes son los retratos de la emperatriz Livia, Mesalina
y Agripina, de Plotina (esposa de Trajano), etc.
El relieve histórico
adquirirá mucha importancia en el
Imperio. Es un medio más propicio para representar escenas complejas. Los temas casi siempre son históricos
y se desarrollan de forma narrativa y continua, representando campañas
militares, como en la columna de Trajano, hechos conmemorativos y ceremonias
religiosas, como se puede ver en el Ara
Pacis o altar de la paz que levantó Augusto para conmemorar el fin de las
guerras en el Mediterráneo y la "Pax Augusta". En este ara aparece
representada la procesión del cortejo imperial dirigiendo sus ofrendas hacia el
altar. Es un bajo relieve en piedra caliza con una gran técnica en los pliegues
de los vestidos, guardando cierta semejanza a los relieves del Partenón y la
representación de las Panateneas.
En el Arco de Tito los relieves ocupan las paredes interiores y muestran un desfile militar con cetros y estandartes donde los victoriosos romanos celebran la conquista de Jerusalén, mostrando los objetos sagrados sustraídos a los judíos: la menorah o candelabro de siete brazos, incluso la famosa Arca de la alianza.
Gracias, o por culpa, del enterramiento de Pompeya bajo las
cenizas del Vesubio, hoy tenemos el privilegio de poder disfrutar de la pintura
romana, a lo largo de un periodo que
abarca desde el siglo II a.C. hasta el año 79 d.C. Esta se divide en cuatro estilos, conocidos como
1º,2º, 3º y 4º estilos pompeyanos, en los que se distinguen dos tendencias
principales: el estilo neo ático, cuyo
principal interés es la figura humana, y el helenístico-alejandrino, interesado
en la perspectiva y el ambiente.
En la pintura destaca cierto conocimiento de la perspectiva así como la maestría a la hora de representar las luces y sombras, técnicas que se pasarán al mosaico, con la dificultad añadida de representar esos volúmenes y gradaciones con pequeñas piedras de colores.
Por lo general, las obras pictóricas romanas son imitaciones
o variaciones de las griegas. Un elemento distintivo de la pintura romana es la técnica de manchas de color al temple.
Con un estilo casi impresionista ya en esa época. La temática predominante es
siempre realista, paisajes, personas o escenas bélicas.
EL MOSAICO
Se utilizaba sobre
todo para la decoración de pavimentos, paredes, fondos de piscinas, etc. De
temática variada, vegetal, animal, geométrica o histórica, se realizaba con dos técnicas diferentes:
1.· El opus
tesellatum es la más frecuente y se forma a base de piedrecitas cúbicas o
teselas y de varios colores. La tesela siempre tiene un color natural y están
perfectamente escuadradas.
2.· El opus sectile
son losetas irregulares pintadas una vez que se han colocado. Es un sistema más
fácil y barato y tiene más posibilidades de cara a las composiciones difíciles,
pero se daba mucho menos.
LEGADO DE ROMA EN
ESPAÑA
La influencia de la cultura romana en España es muy
importante. Desde la lengua hasta las numerosas obras que han perdurado hasta
nuestros días y de las que señalamos algunas de las más conocidas.
Anfiteatro de Itálica |
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Muralla de Lugo |
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Templo de Marcelo Claudio (Córdoba) |
Minas de oro de las Médulas (León) |
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Torre de Hércules, en La Coruña |
Puente romano de Córdoba |
Puente de Alcántara |
Acueducto de los Milagros, en Mérida |
Anfiteatro de Tarragona |
Puente sobre el Miño, en Orense |
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Arco de Bará |
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Arco
del Triunfo en Medinaceli
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Puente romano de Salamanca |
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Y, ciñéndonos a Navarra, podemos citar los siguientes restos
de la presencia romana entre nosotros. Además, claro está, de la fundación (sobre un poblado vascón) de la ciudad de Pompaelo en el año 74 a.C. por el general Pompeyo, que se encontraba por estas tierras en el marco de las guerras sertorias (la única referencia a esta fundación la hace Estrabón, pero sin dar más detalles).
Depósito de agua en Andelos |
Termas romanas en Andelos |
Acueducto de Alcanadre a Lodosa |
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Villa de las Musas, en Arellano |
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Copiado, entre otros, de Decorar
con Arte y Encicloarte.com
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