Pedro de Navarra y Lacarra (Reino de Navarra, . 1454 - Castillo de Simancas, 1523) fue un noble y militar navarro titulado V vizconde de Muruzábal de Andión, I señor de Cortes y VII Gran Mariscal perpetuo de su país, por lo cual pasó a ser el jefe supremo del ejército real en la guerra de la conquista de Navarra, y líder de los agramonteses durante la guerra civil del reino.
Pedro de Navarra había nacido hacia 1454 en el Reino de Navarra siendo hijo del mariscal Pedro de Navarra y Peralta (1425-1471) y de su esposa Inés Enríquez de Lacarra (n. ca. 1428). Siendo aún muy joven, su hermano Felipe, sucesor de su padre, fue asesinado en 1480 a manos de Luis de Beaumont, II conde de Lerín, y debido a que su aliado y pariente el condestable mosén Pierres de Peralta era demasiado mayor para asumir la jefatura del bando agramontés, sucederá a su hermano siendo séptimo mariscal del reino, o bien, cuarto de su linaje.
Ya en julio de 1512 cuando los reyes de Navarra dejan Pamplona para pasar a Francia como consecuencia de la entrada del duque de Alba, acompaña a los reyes navarros este mariscal Pedro de Navarra y el condestable Alonso de Peralta con otros caballeros navarros como don Juan de Jaso, padre de san Francisco Javier.
En la segunda ocasión, en 1516, el mariscal Pedro de Navarra pasó desde la Baja Navarra con 1.200 hombres. En el Roncal se le unieron 120 roncaleses. En aquellos desfiladeros le esperaban tropas castellanas (ya, españolas) al mando del coronel Cristóbal Villalba, que derrotaron a la columna atacante e hicieron prisionero al mariscal.
Primero fue llevado preso a la fortaleza de Atienza. Allí el 29 de mayo de 1518, en nombre de Carlos I de España se le hizo una oferta de perdón, a cambio de jurar fidelidad. Su negativa fue por escrito con las siguientes palabras:
“Una vez más suplico, con toda humildad posible a su Majestad, se sirva demostrar conmigo la magnificencia que ha de esperarse de semejante Majestad, devolviéndome la libertad entera y el permiso de ir servir a quien estoy obligado. La fidelidad, la limpieza que su Alteza quiere y estima de sus servidores, yo podré guardarla a los míos, y por ello me tornaré cautivo y esclavo de su servicio”.
Fue trasladado a la prisión de Simancas. El 24 de noviembre de 1522, mientras su hijo luchaba en el asedio de la fortaleza de Fuenterrabía, fue encontrado moribundo en su celda con dos cortes aparentemente obra de su mano en intento de suicidio. Finalmente moriría en el castillo a principios de 1523.Sus restos descansan en la "cripta de los Mariscales", en la iglesia de San Pedro de la Rúa (Estella).
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