domingo, 13 de agosto de 2023

Patrice Lumumba

 PATRICE LUMUMBA


Patrice Émery Lumumba (Congo Belga, 2 de julio de 1925-Elisabethville, 17 de enero de 1961) fue un líder anticolonialista y nacionalista congoleño, el primero en ocupar el cargo de primer ministro de la República Democrática del Congo entre junio y septiembre de 1960, tras la independencia de este Estado de la ocupación colonial belga. Derrocado de su cargo de primer ministro en 1960, fue asesinado en 1961. Nombrado héroe nacional en 1966.

Patrice Lumumba nació el 2 de julio de 1925 en Onalua, Katako-Kombe, antiguo Congo belga (actual República democrática del Congo). Estudió en la escuela católica de los misioneros y más tarde en una escuela protestante dirigida por suecos donde fue un estudiante destacado. Trabajó como empleado de oficina en una sociedad minera de la provincia de Kivu del Sur hasta 1945; después, como periodista en Léopoldville (hoy Kinshasa) y Stanleyville (Kisangani), período durante el cual escribió en varios periódicos.

En septiembre de 1954 recibió su carta «de matriculado de honor» raramente concedido por la administración belga a algunos negros (apenas 200 de los 13 millones de habitantes de la época).

En 1955 creó una asociación llamada APIC (Asociación del Personal Indígena de la Colonia) y tuvo la ocasión de entrevistarse con el rey Balduino I de Bélgica, quien estaba de viaje por el Congo, para exigir mejoras sobre sobre la situación de los congoleños.

En 1958, con ocasión de la Exposición universal de Bruselas, algunos congoleños son invitados a Bélgica. Indignados por la imagen degradante de su pueblo que muestra la exposición, Lumumba y algunos compañeros políticos aumentan los contactos con los círculos anticolonialistas. Tras su retorno al Congo, crea el Movimiento Nacional Congolés (MNC) en Léopoldville (actual Kinshasa), el 5 de octubre de 1958, y con tal nombre, participa en la Conferencia Panafricana de Acra, que fue un punto de inflexión política esencial para él. Al final de la conferencia, Lumumba fue nombrado miembro permanente del comité de coordinación. Describe el objetivo del MNC refiriéndose a "la liquidación del dominio colonialista y la explotación del hombre por el hombre”.

Al mismo tiempo, las autoridades belgas organizan reuniones con los independentistas en las cuales participa finalmente Lumumba. De modo sorpresivo, Bélgica concede al Congo la independencia, realizando Lumumba un duro discurso en el que condenaba las tropelías cometidas por los belgas. Sin embargo, la concesión de la independencia es dada solo si el Congo hereda la deuda externa de Bélgica, con lo cual este joven país nace endeudado y teniendo que devolver un préstamo que jamás recibió, lo cual lo hunde desde su inicio en una crisis económica.

El MNC y sus aliados ganan las elecciones organizadas en mayo y, el 23 de junio de 1960, Patrice Émery Lumumba se convierte en el primer ministro del Congo independiente. Dado que buena parte de la administración y de los cuadros del ejército siguen siendo belgas, Lumumba decreta la africanización del ejército.


El 30 de junio de 1960, Lumumba pronunció un discurso histórico contra el racismo de los colonos en presencia del rey Balduino de Bélgica, durante la ceremonia oficial que marcó el nacimiento de la República Democrática del Congo.


El día siguiente, 1° de julio, Lumumba forjó el primer gobierno nacional, con Joseph Kasavubu como presidente y él como primer ministro, y proclamó la independencia. 

Los empresarios belgas, viendo sus intereses económicos amenazados, promovieron a través de los jefes militares belgas la rebelión de algunas unidades del ejército. En la confusión, la provincia de Katanga, región donde se encuentran las principales reservas mineras, se declaró república independiente, bajo la dirección de Moise Thombe. Con la excusa de proteger a su población, Bélgica envió tropas a Katanga en un intento de, mediante sus armas, sostener el gobierno secesionista. Ante esta situación, el gobierno de Kinshasa recurrió a la Organización Naciones Unidas (ONU) para expulsar a los belgas y ayudar a restaurar el orden. Las tropas belgas se negaron a evacuar, y continuaron apoyando la secesión de Katanga. Ante la negativa de la ONU a intervenir para acabar con la guerra katangueña, Lumumba solicitó ayuda a la Unión Soviética. 

La figura de Lumumba se convirtió en un problema para las potencias occidentales que veían con preocupación su acercamiento a la Unión soviética. De hecho, en un telegrama fechado el 26 de agosto, el director de la CIA Allen Dulles dijo a sus agentes en Leopoldville acerca de Lumumba: "Hemos decidido que su eliminación es nuestro objetivo más importante y que, en las circunstancias actuales, merece alta prioridad en nuestra acción secreta”.

En agosto reunió a los principales líderes africanos en Kinshasa, pidiéndoles unificar fuerzas con el gobierno del Congo. Estos movimientos en busca de apoyo, aunados a la ideología marxista de Lumumba, alarmaron a los poderes Occidentales y presionaron al presidente Joseph Kasavubu para acabar con él, cosa que hizo. El 5 de septiembre de 1960 se le destituyó del gobierno. Días después, el 14 de ese mismo mes, el coronel Joseph Mobutu, jefe del ejército congolés, asumió provisionalmente el control político. La ONU proporcionó protección a Lumumba, pero el 2 de diciembre, temiendo por su seguridad, el líder independentista intentó llegar por avión a Kisangani, donde contaba con mayor apoyo, pero fue detenido por el ejército mientras pasaba el río Sankuru en Mweka y enviado al campamento militar de Thysville por orden de Mobutu. 

La CIA mediante «Acción Ejecutiva» ordena su asesinato para favorecer los intereses de las multinacionales estadounidenses. El agente de la CIA en el Congo era el espía Frank Carlucci.  Lumumba es arrestado el 17 de enero de 1961, Lumumba, Mpolo y Okito son conducidos en avión a Elisabethville, Katanga, donde serán ejecutados esa misma tarde en presencia de Tshombe, Munongo, Kimba, dirigentes del Estado de Katanga y agentes de espionaje belgas y norteamericanos. Al día siguiente, se hacen desaparecer los restos de las víctimas.





Varios de sus seguidores serán ejecutados en los días que siguen, al parecer con la participación de militares o mercenarios belgas. 

Su muerte fue la culminación de dos planes de asesinato interrelacionados de los gobiernos estadounidense y belga, que utilizaron cómplices congoleños y un escuadrón de ejecución belga para llevar a cabo el acto.

La desaparición de Lumumba fue muy lamentada por el Movimiento de Países No Alineados, incluyendo a uno de sus verdugos, el general Mobutu, que en 1966 lo nombró héroe nacional. El retorno desde Egipto de su mujer Pauline y de sus hijos fue considerado como un acontecimiento nacional

Se especuló largamente en su día sobre el papel de las potencias occidentales en general y de los Estados Unidos en particular en la muerte de Lumumba, bajo el pretexto de que cabría temer una deriva del Congo Belga hacia la URSS.

En efecto, Lumumba, que siempre negó ser comunista reconociéndose sólo como nacionalista de su país, hizo llamamientos a los soviéticos durante la Guerra de Katanga al no responder los EE. UU., ni la ONU a sus peticiones de ayuda militar para poner fin a la guerra civil. La CIA y el gobierno belga dieron ayuda financiera y técnica a los opositores de Lumumba y suministraron armas a Mobutu.

El Gobierno belga reconoció en 2002 solo «una parte» de su responsabilidad en los acontecimientos que condujeron a la muerte de Lumumba:

A la luz de los criterios aplicados hoy, algunos miembros del gobierno de entonces y algunos representantes belgas de la época tienen una parte irrefutable de responsabilidad en los acontecimientos que condujeron a la muerte de Patrice Lumumba. El gobierno estima, por tanto, que debe presentar a la familia de Lumumba y al pueblo congoleño su profundo y sincero pesar y sus excusas por el dolor que les ha sido infligido por tal apatía y fría neutralidad”.

Por su parte, Estados Unidos, a través de su Departamento de Estado, reconoció su implicación en el derrocamiento y asesinato de Lumumba en enero de 2014 al publicar un nuevo volumen de la historia de su diplomacia, que incluía numerosa documentación sobre sus actividades secretas. 

El 22 de junio de 2022 el fiscal belga Frederic Van Leeuw entregó a los familiares de Lumumba un diente, que fue todo lo recuperado del héroe asesinado, en una ceremonia transmitida por la televisión. 


La República Democrática del Congo anunció tres días de duelo nacional por la llegada y entierro de los restos, del 27 al 30 de junio, coincidiendo con el 62º aniversario de la independencia de Bélgica.


 Lumumba es recordado como un héroe nacional y un ícono de la resistencia anticolonial y antiimperialista.



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