El cantonalismo fue un movimiento surgido durante la Primera República Española (1873-1874) que aspiraba a dividir el Estado en cantones casi independientes.
Partidario de un federalismo de carácter radical, su objetivo era establecer una serie de ciudades o confederaciones de ciudades (cantones) independientes que se federarían libremente.
Fue protagonizada por los republicanos federales «intransigentes», que, después de la abdicación de Amadeo de Saboya, querían instaurar inmediatamente la república federal de abajo arriba, sin esperar a que las Cortes Constituyentes elaboraran y aprobaran la nueva Constitución Federal, tal y como defendía el presidente del Poder Ejecutivo de la República, el también republicano federal Francisco Pi y Margall, apoyado por los sectores «centrista» y «moderado» del Partido Republicano Federal, que tenían la mayoría en la Cámara.
Se puede decir que el cantonalismo fue eminentemente un fenómeno de la pequeña burguesía, que además tuvo una gran influencia sobre el naciente movimiento obrero y constituyó un precedente para el anarquismo en España.